Las vistas desde la habitación eran preciosas.

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La decoración rústica del hotel me encantó, con madera y piedra que creaban un ambiente cálido. La atención fue excepcional y las vistas desde el balcón, un verdadero placer. Sin embargo, la habitación era algo ajustada y el ventilador hacía ruido, lo que afectó nuestro descanso. Aun así, recomiendo visitar este acogedor lugar.

a pesar de que la decoración era bonita, la habitación era tan pequeña que parecía un armario. El ventilador, aunque necesario, hacía tanto ruido que no pude dormir. Esperaba un obsequio de cortesía por las molestias, pero no. Quería dejar una buena reseña, pero con estas experiencias, simplemente no pude. Adiós, rural el adarve.

Una escapada rural encantadora

Disfrutamos de una estancia maravillosa en Hotel Rural El Adarve. La decoración cuidada y el ambiente acogedor nos hicieron sentir como en casa. La señora que nos atendió fue increíble, siempre dispuesta a darnos recomendaciones sobre la zona. Al anochecer, sentarse en el balcón de nuestra habitación fue un verdadero placer, disfrutando de la fresca brisa y el silencio del pueblo. Además, la cercanía a la plaza mayor hizo todo más conveniente y agradable. Sin duda, es un lugar ideal para desconectar y relajarse.

Sin embargo, tuvimos un pequeño inconveniente con el tamaño de la habitación, que era un poco ajustada, especialmente en el baño. Además, el ventilador de techo, aunque necesario por el calor, hacía algo de ruido y nos dificultó dormir profundamente. Aun así, la experiencia en general valió la pena.

decoración cuidada, habitaciones acogedoras, ubicación tranquila

La habitación era pequeña y el baño muy ajustado. El ventilador hacia ruido insoportable por el calor, la cama resultó dura para mí. Esto hizo que pasáramos una noche incomoda, ¡hay que mejorar estos detalles!!!

Un lugar súper acogedor, decoración divina con madera y piedra. La atención de la dueña es de lo mejor. Solo el ventilador hacía un poco de ruido, pero la verdad, uno se siente como en casa.

Un lugar acogedor con un excelente ambiente

Disfrutamos de la calidez del salón común con chimenea encendida, que creaba un ambiente encantador. Nuestra habitación era amplia y la pequeña terraza con vistas a la montaña fue un gran acierto. La decoración, en madera y piedra, aportaba un toque rústico muy bonito. Todo estaba limpio y Pilar, la encargada, fue muy atenta y siempre dispuesta a ayudar. Sólo haría un par de mejoras en el tema del aislamiento en la habitación, ya que hizo algo de calor durante la noche.

El hotel tiene una decoración encantadora, con un ambiente acogedor y flores secas que contribuyen a la calidez. La atención de Pilar fue excelente, siempre disponible para ayudar. Sin embargo, la habitación era un poco pequeña y el calor hizo que la noche fuera incómoda en ocasiones. Aun así, vale la pena para una escapada corta.

Qué delicia el solomillo de ternera a la plancha que probé en el Pemar Bar Restaurante! Además, la decoración de la casa es preciosa y acogedora, con un salón calentito y una chimenea que te abraza. La atención de Pilar fue espectacular, ¡no me puedo quejar!

Aunque el precio del desayuno me pareció algo salado, la experiencia siguió siendo top. Y sí, las ventanas no dejaban pasar nada de luz, lo que se agradece para descansar a pierna suelta. Hubiera querido quedarme más tiempo.

la terraza con vistas a la montaña es espectacular. el wifi es muy lento.

la atención de la dueña es excelente 😊, y el desayuno es abundante con productos locales. además, está en una ubicación ideal para explorar la zona, con varios sitios históricos cerca.

puede mejorar el wifi 📶.

Ubicación ideal, limpio y Pilar es un encanto. La habitación es enorme y el ventilador, aunque útil, sonó como una orquesta sinfónica. Pero, ¡es un lugar adorable!

Lo único desafortunado fue el ventilador de techo, parecía tener más sueño que nosotros.